Acné y espinillas: algunas soluciones para los problemas más habituales de la piel

Cada estación del año tiene sus problemas específicos para la piel. Ya hemos visto los efectos del calor sobre el cutis y los riesgos de los primeros calores de la primavera.

Pero hay una serie de problemas que se da todo el tiempo, todo el año. Se trata de problemas comunes a todos los tipos de piel. Dos son las palabras clave: espinillas y acné.

Las espinillas y los puntos negros no debieran ser un gran problema, pero pueden serlo si no hacemos lo correcto. A veces puede más la tentación de tocarlos con los dedos y las uñas.

El remedio puede ser peor que la enfermedad, ya que de resultas podemos estropear el rostro al causar cicatrices. Al apretar con los dedos puntos negros, barros o espinillas podemos causar cicatrices o expandir la infección por más partes de la piel.

Cómo extraer un punto blanco o negro

Para extraer correctamente una espinilla podemos utilizar las pequeñas maquinas que las extraen y que se venden en farmacias. Pero si se opta por hacerlo en casa conviene seguir unos pasos:

-En la cara se coloca un paño húmedo y caliente durante unos minutos.
-También vale impregnar vapor de agua (resulta ideal hacerlo después de ducharse con agua caliente).
-Las manos deben estar limpias y secas.
-Utiliza los dedos y no las uñas. Usa un pañuelo desechable para envolver los dedos.
-Presiona lenta y suavemente hasta que el sebo sea expulsado del folículo. – El barro, punto negro o blanco debe salir fuera con todos los restos de bacterias.
-No se debe forzar la piel si el sebo atrapado no sale fácilmente.
-Cuando haya salido, aplica un poco de alcohol o agua oxigenada en un algodón solo sobre el lugar del punto.
-No toques la zona afectada y deja que se seque solo.
-Respecto al acné, hay que tener cuidado con los productos muy fuertes. Pueden irritar la piel por culpa del ácido salicílico y otros ingrediente que contienen. Así que conviene usar productos contra el acné suaves, especialmente si se tiene una piel sensible.

El cabello influye. Un pelo graso que cae sobre la frente puede multiplicar la presencia de granos y acné.

Finalmente, el maquillaje. En el caso de tener una piel grasa o mixta, hay que maquillarse solo cuando hayamos acabado de limpiar el rostro. De ese modo se se evita que las bacterias de los cosméticos utilizados se acumulen y produzcan más grasa en la piel.

Fuente: 20minutos.es

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