Adicción al trabajo, un mal frecuente

¿Qué es la adicción al trabajo?

La adicción al trabajo es un problema que puede causar muchos perjuicios en la vida personal, en la estabilidad psicológica de la persona y finalmente en la física.

Se considera que una persona es adicta al trabajo cuando pasa muchas más horas en éste de lo que en principio es necesario e incluso sigue asumiendo más tareas por muto propio relegando cada vez más su vida familiar y personal.

Tiene la peculiaridad única de que en las primeras fases el adicto es alabado y estimulado a seguir siéndolo ya que ser trabajador es una virtud y en la empresa se valoran los esfuerzos realizados.

El trabajo para no afrontar

Con la adicción al trabajo también se produce un efecto parecido al de otras adicciones, el de caer en ellas para olvidar o no enfrentar otro problema y dedicándose totalmente al trabajo el adicto no se da oportunidad a pensar o sentir.

Generalmente ocurre tras una desgracia personal, divorcio, pérdida de un ser querido o discapacidad tras un accidente, etc.

Esta última cuestión es más fácilmente subsanable en los adictos laborales más que en los otros casos al no haber adicción química. En estos casos habría que tratar la causa de la adicción más que ésta.

Síntomas de la adicción al trabajo

Los síntomas para reconocer a un adicto al trabajo y diferenciarlo de alguien que tiene la suerte de que le apasione su vida laboral o de la persona demasiado responsable son los siguientes:

Incapacidad para desconectar en el tiempo libre y llevarse trabajo a casa siendo innecesario.

Sentirse irritable y nervioso si no se trabaja los fines de semana.

Sensación de angustia y de culpa si deja algún trabajo inacabado al final del día.

Ser estricto y competitivo como si fallar o decir no al jefe le supusiera el despido inmediato.

Poner lo profesional siempre por encima de la vida personal.

Dificultad para hablar de otra cosa que no sea lo laboral.

Salir el último de la empresa.

No delegar y supervisarlo todo.

Trabajar con tensión.

Distanciamiento de familia y amigos.

Tener un nivel alto de ansiedad.

Necesidad de admiración y subordinación de los demás.

Tratamiento para la adicción al trabajo

Los tratamientos más convencionales para superar la adicción al trabajo son tres. Generalmente se combinan dos o tres según la gravedad del problema.

Psicoterapia: Técnicas de terapia cognitiva para detectar las conductas gatillo, las que detonan el comportamiento del adicto al trabajo para luego modificarlo.

Farmacología: Trata la adicción con tres tipos de fármacos. Estimulantes de la serotonina, productos antiadictivos como el naltrexono, acamprosato, topiramato, fluoxetina (en dosis alta) y sustancias potenciadoras del autocontrol.

La socioterapia: Para ayudar a reorganizar su tiempo y encontrar el equilibrio entre su vida profesional y personal.

Terapias alternativas para la adicción al trabajo

Otros métodos para tratar la adicción al trabajo son las terapias alternativas. Las siguientes son algunas que han demostrado eficacia sobre las adicciones:

Hipnosis: Ha tenido buenos resultados con diversos tipos de adictos y adicciones no químicas, como la del trabajo o la ludopatía. El tratamiento incluye un seguimiento para reforzar en momentos de posibles recaídas.

Gestalt: Diversas técnicas de la psicoterapia Gestalt han demostrado ser muy efectivas para crear cambios en las adicciones.

PNL: Tiene herramientas muy eficaces para modificar adicciones y conductas inconvenientes. También se hace uso de la hipnosis cuando es necesario.

Respiración bioenergética: La bioenergética, a través de respiraciones catárticas, ha producido cambios positivos en afectados de adicciones no químicas como la del trabajo.

Flores de Bach: Cuenta con tratamientos individualizados para ayudar a combatir alguno de los síntomas de la adicción al trabajo y para el control de impulsos.

¿Y si sólo fuera un problema de las glándulas suprarrenales?

Algunas personas no son adictas al trabajo pero observan que el fin de semana o al principio de las vacaciones se sienten fatal (desánimo, apatía, cansancio, cefaleas, etc.)… y cuando vuelven a trabajar se sienten mejor.

En este caso la explicación más común (cuando no hay una causa emocional ni necesidad emocional de volver a trabajar) es que ante la falta de estrés las glándulas suprarrenales dan «un bajón» en algunas personas. La solución es intentar no acumular tanto estrés durante la semana y el fin de semana intentar tener alguna actividad física ligera (deporte, paseo, etc.).

También podríamos tomar Grosellero negro (empezar el viernes o unos días antes de las vacaciones). Pedid consejo al médico o especialista.

Nuestros consejos

La adicción al trabajo no sólo perjudica al trabajador sino al empresario y aunque en principio el adicto resulte eficiente y solícito de asumir más tareas, a medio o corto plazo empezará a pasar factura la sobrecarga.

Por lo que ante un empleado que muestre signo de padecer este problema lo ideal es hacerle ver a éste la existencia del mismo y que debe solucionarlo o perderá su empleo.

En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa.

Fuente: http://www.enbuenasmanos.com