La tarea de limpiar y nutrir nuestra piel se recomienda en las noches, mientras que la de limpiar e hidratar debe llevarse a cabo por las mañanas justamente antes de maquillarnos.
Realizar estas dos tareas beneficiará enormemente a nuestro rostro, ya que las células muertas y los residuos del maquillaje generan puntos negros, además de poros grandes y abiertos vulgarmente conocidos como “piel de naranja”.
Con el fin de que tu piel no se estropee, sigue los siguientes pasos antes de maquillarte:
• Desmaquilla tus ojos. Para los ojos sensibles se recomienda usar un desmaquillador en gel o en crema, haciendo especial énfasis en la eliminación de la máscara, ya que los grumos de residuos dejados por el maquillaje los convierten en la causa número uno de pérdida de las pestañas.
• Limpia tu rostro y cuello usando un desmaquillador acorde con tu tipo de piel, ya que todos los limpiadores tienen componentes diferentes ajustados a cada necesidad. También puedes utilizar toallitas desmaquilladoras si tienes mucha prisa o no dispones de agua.
• Hidrata el contorno de tus ojos. Si tienes bolsas en los ojos te recomendamos tratarlas con un producto específico. Aplica posteriormente un contorno de ojos (imprescindible a partir de los 25 años de edad) y espera a que tu piel absorba el producto debidamente. Si tienes la piel mixta o grasosa el tiempo de espera permitirá que tu maquillaje no se corra o recoja en los pliegues de los párpados.
• Hidrata el rostro aplicando una crema hidratante de día con factor de protección solar. La crema hidratante deberá ajustarse a tu tipo de piel: mixta, grasa, normal o sensible. Si tu piel es muy sensible te aconsejamos utilizar un serum para dar mayor luminosidad e hidratación. Aplica poca cantidad de la crema en forma de círculos y no olvides el cuello y las orejas. Posteriormente, espera a que la crema se absorba totalmente antes de empezar a maquillarte. También te recomendamos utilizar un gel exfoliante y una buena mascarilla una vez por semana.
• Hidrata los labios con protección labial (aplica el producto con el dedo o con un pincel sintético). Aplicar el protector o una crema de vitamina E antes de acostarnos o después de desmaquillarnos es recomendable todas las noches. Este simple gesto será agradecido por nuestros labios en el frío del invierno y bajo el ardiente sol del verano.
Una vez realizados todos estos pasos tu piel ya estará lista para recibir tu rutina de maquillaje habitual.
Fuente: discoverymujer.com