Psicomotricidad Infantil

¿Qué es la Psicomotricidad?

La Psicomotricidad es la disciplina del movimiento, porque el cuerpo está conectado con la mente y las emociones. Cualquier acción va acompañada de un pensamiento y éste de una emoción.

Hoy en día, la Psicomotricidad infantil ocupa un lugar destacado como intervención educativa que permite el desarrollo integral del niño/a, ya que tiene en cuenta el aspecto motriz, afectivo, el intelectual y el social.

El psicólogo Henri Wallon, destacó la importancia de la conexión entre el psiquismo y la motricidad como, la expresión de las relaciones del niño/a con el entorno: «Nada hay en el niño mas que su cuerpo como expresión de su psiquismo». 

Factores que determinan la psicomotricidad

La afectividad: los niños/as no separan el movimiento del cuerpo de sus sentimientos, así ponen todas sus ilusiones y emociones cuando descubren algo por sí mismos. La forma de actuar, de jugar y de abordar el espacio que le rodea pone de manifiesto el grado de satisfacción del niño/a. Si además recibe una recompensa por cada avance conseguido, se motivará para seguir intentándolo.

El placer sensorial-motriz: mantener el cuerpo en movimiento es una fuente constante de placer que el niño experimenta con cada nueva habilidad que descubre de sí mismo. Al niño todo le atrae, todo es un nuevo reto, tiene a su alcance un enorme mundo que le fascina y que por tanto quiere conquistar. Cada nuevo descubrimiento es recibido con satisfacción y así lo retiene en el cerebro, realizando un aprendizaje.

Alteraciones relacionadas con la Psicomotricidad infantil

Alteración de la iniciativa: afecta a la ilusión al deseo por buscar nuevas formas en movimiento. Pierden el interés por el entorno y cuesta que avancen en su desarrollo motriz. Presentan un retraso psicomotor moderado. La falta de estímulos del entorno les ha llevado a un retraso en las adquisiciones clave, como los cambios posturales y el desplazamiento autónomo.

Alteración de las emociones: en niños/as que tienen un exceso de inhibición de su motricidad, ya que no han podido experimentar libremente sus ganas de moverse porque no se lo ha permitido su entorno, y no viven el movimiento de forma positiva o como fuente de placer. Tienen un retraso psicomotor leve pero no disfrutan con el movimiento, son inseguros y normalmente tienen baja autoestima.

Alteración de la atención: otros niños/as se quedan en este placer sensorial-motriz y no desarrollan mecanismos de autocontrol, lo que se traducirá más adelante en dificultades de atención y problemas para llegar al juego simbólico. Al cambiar de un entorno pobre de estímulos a uno rico, se saturan con tanta información nueva y, necesitarán ayuda para evolucionar hacia los posteriores procesos de desarrollo cognitivo.

La psicomotricidad agrupa distintas áreas de intervención

Psicomotricidad educativa: dirigida a niños/as desde 0 hasta los 6 años, destinada a la exploración, la comunicación, la aceptación de las normas, la expresión natural de las emociones, la capacidad de concentración y, fortalece la autonomía y la autoestima.

Psicomotricidad reeducativa: indicada para niños mayores de 3 años con dificultades en el movimiento, psicoafectivas, emocionales y/o sociales, tales como: Enuresis, hiperactividad, trastornos de la alimentación y del sueño, problemas de integración y aprendizaje escolar, trastornos afectivos, de conducta y otros.

Psicomotricidad terapéutica: consiste en una terapia individual tanto para niños como adultos con necesidades especiales e individuales. Son personas que presentan entre otros: Autismo, Síndrome de Down, parálisis cerebral, distrofia muscular.

Beneficios que aporta la Psicomotricidad Infantil

Se trata de que los niños/as experimenten por sí mismos el placer que produce el juego. Se habilita un espacio (aula de psicomotricidad) en el cuál el niño/a pueda expresarse con libertad, y aceptando unas mínimas normas de seguridad que ayudarán a su desarrollo motriz y cognitivo dentro de un ambiente seguro para todos.

En la práctica se trabajan el cuerpo, las emociones, y posibles conflictos psicológicos, a través de las acciones de los niños/as: juegos, construcciones, simbolizaciones y de cómo se relacionan entre ellos y con los objetos.

El objetivo de las sesiones de psicomotricidad es que el niño/a transforme el placer de hacer en el placer de pensar, gestionando de forma autónoma todas sus acciones.

Fuente: www.enbuenasmanos.com