Paranoias: combátelas y sonríe al amor
Una mirada, un gesto, un comentario, un mensaje (o la falta de él). Añadimos una pizca de imaginación y un carácter indeciso, y ya tenemos el cóctel perfecto para generar una paranoia. Aunque en un principio parezcan inofensivas, estos episodios no deberían convertirse en rutina ya que pueden perjudicar seriamente a la pareja, cansándola o …