Cosas a tener en cuenta para ser más bella

consejos-lucirsaludable«No hay ningún misterio para perder peso, hay que reducir los hidratos de carbono y la cantidad que se come, en general, aumentando la ingesta de ácidos grasos no saturados», aseguró hace unos años el doctor Harald Stossier, el hombre que ideó la dieta que hacen famosa a la clínica austriaca Viva Mayr.

Allí, celebridades como Sarah Ferguson pagan más de un millón de pesos a la semana para ser parte de un plan de 14 días que asegura, les dejará con varios kilos y hasta años menos.

Basándose en la idea de que mejorando el sistema digestivo y la alimentación se influirá positivamente en el aspecto -y que ciertas comidas simplemente, nos hacen envejecer-, Stossier ofrece a sus pacientes no solo lo que se conoce internacionalmente como “la dieta inteligente”, sino que además, todo un servicio de spa (con masajes reductivos incluidos)  y de exámenes médicos que revelan la falta de algunas vitaminas y minerales en el organismo.

Asimismo, durante el período de dieta queda prohibido ingerir café, té, bebidas gaseosas y azúcares, junto con los hidratos de carbono, que se reemplazan por una importante cantidad de verduras, de modo que el hambre no haya estragos en el camino a la meta que se espera conseguir.
La idea es no solo bajar de peso y mejorar el funcionamiento de todo el organismo, sino que además, prometen dejar el aspecto radiante, gracias a la eliminación de toxinas.

Algunos de sus consejos son bastante requeridos por la inmensa mayoría que no puede costear la estadía en su clínica, por lo que Stossier los ha compartido en un sinnúmero de entrevistas y libros. Aquí te mostramos algunos:

– Beber una taza de agua tibia en ayunas por la mañana: La base de la dieta ofrecida en la clínica es eliminar las toxinas del cuerpo. Para esto, se recomienda tomar una taza de agua caliente antes del desayuno, como método de limpieza.

-Tomar sales de Epsom: Durante la mañana, el régimen que siguen los pacientes de la clínica es tomar sales de Epsom diluidas en agua caliente. Éstas son conocidas por tener propiedades que ayudan a eliminar toxinas y servir como un laxante.

Estas sales son sulfato de magnesio y recibe el nombre de Epsom, por la zona de Inglaterra donde se comenzó a utilizar. Sus usos además, incluyen la relajación muscular y aliviar contracturas a través de baños.

-Hidratación: A lo largo del día, se deben tomar de 2 a 3 litros de agua, ojalá filtrada, sin contar los tés de hierbas, jugos o leche que se permiten durante la dieta. Sin embargo, a la hora de las comidas, se recomienda no tomar líquidos desde los 15 minutos antes de comenzar a comer, ni hasta una hora después de haber comido, ya que, aseguran, el agua disuelve demasiado los jugos gástricos, haciendo más difícil la digestión.

Para acompañar las comidas, se aconseja tomar sorbos de té de hierbas o directamente, una copa de vino.

-Tres comidas al día: El desayuno, el almuerzo y la cena son las tres comidas principales de la dieta “inteligente”, siendo la última, la más liviana del día y que no debe administrarse después de las 19 horas, para darle tiempo al cuerpo para una óptima digestión antes de dormir.

Por este mismo motivo, en la comida vespertina no debieran incluirse verduras crudas, sino que cocidas, acompañadas si se quiere de pescado o una sopa, aparte.

-Cuidado entre las comidas: Lo ideal es que entre el desayuno, el almuerzo y la cena la persona beba líquidos, sobre todo agua. Pero cuando ya es mucha el hambre que se siente, se permite comer frutos secos o semillas que sean ricas en ácidos grasos omega 3, 6 o 9, como las nueces, el maní, las almendras y las semillas de girasol.

La importancia de este elemento en la salud hace que sea imprescindible integrar a dieta aceites como el de oliva o girasol en las comidas. Se recomiendan dos cucharadas de uno de estos aceites al día, distribuidos en cada comida.

-Masticar hasta el cansancio: Según el doctor Stossier, cada bocado de comida que se ingiera debe ser masticado entre 30 a 40 veces, para ayudar al cuerpo a absorber los nutrientes e impedir que el organismo se estrese durante la digestión.

-Dormir a conciencia: Debido a la reducción de calorías, y la eliminación del té y el café en la dieta, es probable que el cuerpo se sienta cansado los primeros días. Es por esto que el sueño realmente reparador cobra importancia, que no solo ayuda a mejorar la apariencia, sino que permite que no exista un desgaste mayor por la eliminación de los hidratos de carbono y azúcares en la alimentación.

-Atención a las proteínas: Las proteínas son esenciales en la dieta de todo ser humano, pero según lo que Stossier ha explicado, en exceso pueden sobrecargar tóxicamente el organismo. Así que aconseja comer pescado, carne o queso –ojalá de cabra o de oveja que son más fáciles de digerir- cada dos días.

Mientras, se pueden suplir con las proteínas vegetales, presentes en legumbres, maní, almendras, pistachos, piñones, entre otros.

Está de más decir que la dieta debe ser acompañada por ejercicio cardiovascular y que antes de probar con cambios drásticos en la alimentación, es necesario consultar con un doctor previamente, sobre todo personas que sufren enfermedades como diabetes.

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