La violencia de género, cómo superarla

La violencia de género es la que se ejerce contra las mujeres, simplemente por serlo. Este tipo de ataque hacia el género femenino incluye desde los malos tratos a la pareja, como agresiones sexuales, físicas o psicológicas o violencia de género por el entorno cultural, como en el caso de la mutilación genital.

Se suele confundir esta problemática con la violencia doméstica aunque ésta es sólo una de las agresiones contra las mujeres que se incluye en la violencia de género. Realmente la violencia doméstica consiste no sólo en la que puede ejercer en la pareja, sino también de hijos a padres o viceversa, o de nietos a abuelos, etc. O sea, cualquier tipo de agresión física o psíquica por parte de cualquier componente de una familia dentro de su propio hogar.

La Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 1993 definió la violencia de género: «Todo acto de violencia basado en el género que tiene como resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la vida privada».

Por otro lado, no toda agresión a la mujer puede considerarse violencia de género. Existen otro tipos de agresiones que se pueden sufrir no por su sexo sino por otros motivos, sean raciales, por terrorismo o simplemente la mala suerte de estar en el sitio equivocado en el momento inoportuno.

La Dra. Lenore E. Walker, psicóloga e investigadora experta en el maltrato en la mujer, elaboró el llamado ‘Síndrome de la Mujer Maltratada’. Este se caracteriza por desarrollar la denominada «impotencia aprendida».

  • Sufrir maltrato constante reduce la capacidad de respuesta ante la situación y vuelve sumisa y pasiva a la mujer.
  • La capacidad de discernir las situaciones de éxito se ve mermada y pierde la esperanza en atraer resultados favorables que produzcan cambios en la situación, aunque así sea.
  • La mujer maltratada se sentirá atrapada en la situación e incapaz de salir de ella.
  • Ante todo esto se convierten en asiduas a la depresión y la ansiedad.

El principal problema para superar la violencia de género es que la mujer que la sufre deje de sentirse víctima e inicie el proceso de coger las riendas de su vida.

Cuestión muy difícil cuando ya se está plenamente sumergida en «la impotencia aprendida» aun más cuando se sufre en casa. Hay que desterrar el mito de la mujer masoquista que mantiene la situación porque quiere.

Por eso es interesante empezar a detectar los indicios en su pareja antes de que la situación se escape de las manos. Menos difícil es cuando el agresor (físico o psicológico) es un jefe, compañero de trabajo, etc.

A partir de la decisión de superar la violencia de género y denunciar, en muchos países existen medios, estructuras y leyes para apoyar a la mujer que consigue dar el paso de dejar de ser víctima. Tras denunciar la situación luego es necesario empezar un tratamiento en función del daño sufrido.

El tratamiento para superar la violencia de género suele comenzar por un periodo de reflexión y la salida de la relación destructiva, que suele darse tras varios intentos (rara vez se hace a la primera)

Antes de la ayuda psicológica se valoran cuáles son las secuelas en cada mujer para trabajar los aspectos concretos de cada caso. Además, se necesita potenciar el autoestima de cada una para recobrar su seguridad como mujer y como persona digna de respeto.

  • Información sobre la violencia de género, raíces y causas, mitos, etc.
  • Reducción de la activación postraumática y la ansiedad, sea crisis de pánico, agorafobia, insomnio, etc.
  • Potenciar la independencia, tanto la psicológica como la social, económica, etc. La primera modificando la ideas erróneas y limitantes sobre ellas mismas y la percepción de la realidad. La segunda con la orientación en la búsqueda de empleo.

Fuente:  http://www.enbuenasmanos.com

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