La pubertad: cuando su hijo llega a ésta

Muchos quizás recuerden su época de pubertad: momento de cambios, crecimientos y de hormonas. La pubertad puede comenzar muy temprano, a los 6 o 7 años, pero generalmente comienza a los 11 años tanto en niños como niñas. Por supuesto, cada niño y niña puede llegar antes o después a esta etapa. ¿Qué debe saber sobre la pubertad cuando sus hijos llegan a ella?.

Lo primero que debe saber identificar son las señales, según nos indica el personal de Family Doctor. La primera señal en las niñas es el crecimiento de su pecho, mientras que en los niños se da un aumento de tamaño de sus testículos y del pene. Luego de esto, aparece el vello en la zona púbica y en las axilas. En las niñas, suele aparecer el acné a sus 13 años y luego la menstruación, que sería la última señal de desarrollo; en cambio, los niños pueden desarrollar una pequeña cantidad de tejido mamario, su voz se hace más grave, los músculos crecen, y la última fase está representada por el vello facial y el acné.

Estas son, generalmente, las fases en las que se presenta la pubertad en los jóvenes, sin embargo, esto no quiere decir sea totalmente invariable: a algunas niñas les puede crecer el pecho y a algunos niños les puede salir vello púbico y axilar sin presentar después ninguna otra señal de desarrollo. Esto no quiere decir que presenten algún problema en su salud. Sin embargo, si el niño aún es muy pequeño y presenta algunas de estas señales, podría encontrarse en el caso de una pubertad temprana.

La pubertad temprana, precocidad o pubertad prematura, es una variación de la pubertad normal. En este caso es recomendable ir al médico si su hija desarrolla sus senos y vello púbico antes de los 6 o 7 años de edad, o si su hijo tiene un aumento de tamaño en sus testículos y pene antes de los 9 años.

Así como existe la pubertad temprana, también existe la pubertad tardía, la cual consiste únicamente en el retraso de la pubertad en el joven, ya sea por desnutrición o alguna otra causa que puede ser conocida o desconocida. En este caso se observa, por ejemplo, que las niñas de 14 años aún no han desarrollado su tejido mamario o no han tenido períodos menstruales durante 5 años o más después de la aparición de su busto. En los niños se observa que no han desarrollado sus testículos a los 14 años o que el desarrollo de sus órganos masculinos no se ha completado en 5 años después de que comenzaron con este proceso.

Ambos casos, tanto la pubertad temprana como la tardía, pueden tener un origen genético, hereditario, o puede tener otras causas. Ya en este caso será el médico quien le informe sobre esto luego de realizarle algunas pruebas a su hijo o hija tales como una prueba de sangre (para chequear sus niveles hormonales), una radiografía del puño (para verificar el crecimiento del hueso), una tomografía computarizada o una resonancia magnética (para buscar tumores o lesiones cerebrales) o estudios cromosómicos de los genes del niño o de la niña.

Generalmente, la pubertad temprana y la pubertad tardía son variaciones de la normal, y en algunos casos no necesitan tratamiento. Pero si existe una causa médica (como falta de hormonas, por ejemplo), esta variación puede tratarse de manera que el joven pueda desarrollarse con toda normalidad.

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