Según un estudio realizado por la Journal of Sexual Medicine, el practicar deportes ayuda a mejorar las relaciones sexuales debido a que contribuye a mejorar el flujo sanguíneo. Así como los hombres necesitan que la sangre fluya de forma regular para poder mantener una relación sexual, las mujeres también necesitan de este flujo sanguíneo, específicamente en el clítoris.
Omer Faruk Karatas, de la Universidad Faith, explica que el clítoris es un «órgano eréctil que contribuye significativamente a la función sexual, especialmente durante la excitación y las distintas fases del orgasmo. Las medidas de su flujo sanguíneo con ultrasonido doppler (técnica especial que evalúa la circulación de la sangre a través de los vasos sanguíneos) se están llevando a cabo frecuentemente con el fin de establecer la función o la disfunción sexual femenina, por ejemplo tras el consumo de medicación o de una cirugía de genitales».
El estudio se realizó gracias a la ayuda de 25 jugadoras de balonmano y voleibol entre 20 y 45 años, sexualmente activas, y que se ejercitaban con regularidad como mínimo 4 horas al día. Se hizo una comparación entre estas mujeres y otras con la misma media de edad pero que solo realizaban 2 horas diarias de ejercicio.
El estudio demostró que estas mujeres que practicaban ejercicio con regularidad poseen un flujo sanguíneo en el clítoris más alto en comparación con otras mujeres. También confesaron tener una mejor función sexual.
Otro estudio similar, en cambio, realizado en 31.000 hombres cuya media de edad era de 50 años, demostró que el ejercicio aeróbico (caminar rápido o correr) entre 3 y 5 horas semanales reduce en un 30% el riesgo de sufrir disfunción eréctil, además de aumentar la duración de la erección.