Como es bien sabido, el cuerpo de un animal carnívoro (especialmente sus dientes) están diseñados y adaptados para poder extraer los nutrientes que necesitan de sus presas frescas. Muchos zoológicos exitosos y hábitats han descubiertos que no pueden mantener a todos sus animales sanos y con capacidad reproductiva si no los alimentan con comida cruda.
Los alimentos procesados o cocinados cambian la estructura molecular de los alimentos, haciendo que las moléculas se unan más fuertemente y los alimentos sean más difíciles de digerir, convirtiéndolos en alimentos extraños o no familiares para los animales.
Esto alimentos necesitan más tiempo para ser digeridos, por lo que requieren más energía por parte del animal. El calor también destruye las enzimas y antioxidantes del alimento, las cuales son necesarias para toda actividad bioquímica de un perro o un gato, por ejemplo. Además, el organismo solo tiene una cantidad limitada de enzimas, pues su organismo consume enzimas de los alimentos crudos.
Algunos estudios han demostrado que los animales que son alimentados con comidas crudas tenían menos riesgos de quedar estériles y de padecer enfermedades que las mascotas alimentadas con comidas procesadas. Esto se debía a que el calor altera estos alimentos, produciéndoles carencias nutricionales que se ven reflejadas en los animales, haciendo que su salud se debilite; mientras que los alimentos crudos optimizan la salud de estos, protegiéndolos de enfermedades
Esta información fue otorgada por Dolores Sánchez, especialista en homeopatía veterinaria, para todos aquellos interesados en el tema de la alimentación en sus mascotas.